Estamos desando huir de la ciudad a la primera oportunidad. Coger los bártulos, montarnos en el coche y perdernos una temporada. Parece que las escapadas nos dan vida, recargan las energías y nos aportan brío para enfrentarnos a la rutina. Sin duda, una escapada a la sierra es una muy buena opción para desconectar.
El turismo rural es una variedad turística que podemos practicar cualquier época del año. Acudimos a la playa para refrescarnos ante los calores del verano. Llegamos a una zona costera en temporada estival y la encontramos en plena ebullición, con opciones de ocio por todos lados. Sin embargo, si la visitamos en invierno, puede ser que nos llevemos una desilusión. Algunos destinos de playa, fuera de temporada, parecen pueblos abandonados.
No sucede lo mismo con la sierra. Donde el atractivo principal es el contacto con la naturaleza. Podemos repetir cuantas veces queramos, visitándolas en diferentes épocas del año y llevarnos una impresión distinta en cada visita. Las cumbres nevadas en invierno, la explosión de color en la primavera, el frescor revitalizante de caminar por el monte en verano. El paisaje se transforma de una estación a otra.
El turismo rural es compatible con cualquier periodo de tiempo. Desde una escapada de fin de semana, un puente con varios días festivos o una quincena de vacaciones.
Desde el Observatorio de Turismo Rural nos indican que la montaña es un destino turístico familiar. Un 60% de las reservas de las casas rurales lo realizan las familias. Un 37% lo ocupan los núcleos familiares más cercanos. Los padres con sus hijos. Una escapada al campo es perfecta para sacar a los niños de la vorágine de la ciudad, y que entren en contacto con la naturaleza. Un 23% de las reservas lo hacen las familias ampliadas. Una oportunidad para reunir a hermanos, primos, etc.
El turismo rural es más íntimo. Un 40% de las pernoctaciones en alojamientos rurales lo realizan parejas. Es como si los dos estuvieran alejados del mundo. La montaña crea un ambiente que refuerza los lazos sentimentales. No existen distracciones externas, solo un escenario en el que dar rienda suelta a su amor.
Como nos dicen desde estos apartamentos rurales en Cáceres, Extremadura, se trata de otro tipo de turismo.
Auge del turismo rural.
El blog escapadarural.com señala que aumenta la penetración del turismo rural en la sociedad española. Cada vez más personas lo practican. Un 40,09% de la población dice que le gusta. Los datos están extraídos de una encuesta encargada por el Observatorio de Turismo Rural, un organismo semipúblico en el que participa la Universidad de Barcelona y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Para realizar la encuesta se efectuaron, 1004 entrevistas a una muestra representativa de la población española distribuida por todas las comunidades autónomas.
Se trata de un turismo nacional y de origen urbano. Un 23% de las personas que lo disfrutan provienen de Madrid, un 17% de Cataluña y un 12% de la Comunidad Valenciana. Justamente, las comunidades autónomas donde están las ciudades más grandes del país y donde existe una mayor concentración urbana.
Tiene especial incidencia en la población que va de los 40 a los 65 años, ya que representa en torno al 70% de los usuarios. Las mujeres tienen un papel importante en cuanto a la organización de las escapadas rurales. Son ellas las que gestionan los viajes y efectúan el 70% de las reservas de los alojamientos.
Otro de los datos destacables de la encuesta es la frecuencia de las escapadas. Un 40% de los encuestados afirman haber efectuado 3 o más escapadas al campo durante el año. Un 35% han realizado dos.
El turismo rural representa la opción preferida para las escapadas de fin de semana. Un 91% de los encuestados dicen recurrir a ella siempre o en algunas ocasiones. Para navidad supone un 50%; y en verano, las vacaciones principales, está en pugna con los desplazamientos a las zonas costeras, que sigue siendo la alternativa preferida por los españoles.
El turismo rural goza de buena salud y está arraigado en nuestro país.
Ventajas de hacer turismo en la sierra.
Cuando planeamos una escapada a la sierra pensamos en la tranquilidad. En combatir el estrés. Dormir a pierna suelta y movernos sin la presión del tiempo y los horarios. Es un spa natural, que nos devuelve el equilibrio mental y psicológico. Pero sus ventajas y beneficios son mucho mayores.
- Beneficios para la salud. Al llegar a la sierra, inundamos nuestros pulmones de aire puro de la montaña. Nuestro cuerpo experimenta un proceso de limpieza y regeneración interna, eliminando toxinas y efectos perjudiciales de la contaminación en la ciudad. Está especialmente indicado para personas con afecciones pulmonares como el asma, pero en realidad es recomendable para todos.
La sierra nos invita a caminar y a salir del sedentarismo. Con ello mejoramos la salud cardiovascular, la circulación de la sangre y fortalecemos músculos y articulaciones.
Bebemos agua de la montaña, cargada de minerales que necesita nuestro organismo y con menos productos químicos para potabilizarla. El agua realiza un efecto purgante en el interior del cuerpo.
- Contacto con la naturaleza. La naturaleza es el entorno natural de la especie humana. Las ciudades son un hábitat artificial que ha construido el hombre y que, aun así, requieren de espacios verdes para regenerar el aire y atraer la lluvia. Para los urbanitas, la naturaleza se ha convertido en algo así como un espejismo, una ensoñación. Descubrir que es real, sentirla, nos devuelve un cierto equilibrio físico y mental.
- Enriquecimiento cultural. Salir de nuestra zona de confort y conocer sitios nuevos, amplía nuestra mente. Al viajar conocemos otros hábitos culturales, otros paisajes, otra gente. Los pueblos de montaña, que históricamente han tenido problemas de infraestructura y en ocasiones se han quedado aislados, conservan las tradiciones y el patrimonio cultural de una forma exquisita. Conocerlos, a menudo nos sorprende gratamente. Amplían nuestro conocimiento.
- Accesibilidad. Para llegar a un destino de montaña basta con subirnos al coche y programar el GPS del móvil. No tenemos que reservar billetes de avión, ni de tren. Normalmente, los alojamientos rurales se pueden contratar en cualquier época del año. Otra de las ventajas es que podemos llevar a nuestras mascotas. En muchos apartamentos rurales las admiten. Si tenemos perro y lo llevamos con nosotros va a disfrutar como nunca.
- Economía. El turismo rural tiene una variedad de ofertas que se adapta a todos los bolsillos, incluidos aquellos presupuestos más ajustados. Una opción que permite viajar a todo tipo de parejas y familias.
Si comparamos un alojamiento de playa con uno rural con las mismas prestaciones, nos sorprenderá ver, como en la mayoría de los casos, el segundo es más económico.
Qué hacer en la sierra.
El periódico ABC de Sevilla publica un artículo muy interesante sobre el turismo astronómico. El pasado mes de diciembre se podía ver desde cualquier parte de Sierra Morena dos lluvias de estrellas y el planeta Venus.
En cualquier sierra de España, con el cielo despejado, puedes observar con nitidez las estrellas. Algo que es materialmente imposible en las ciudades debido a la contaminación de los cielos.
Es un atractivo que mueve a los amantes de la astrología para visitar rincones naturales. Pero las opciones de ocio en la sierra son mayores. Estas son algunas alternativas:
- Senderismo. Una de las actividades más realizadas en la sierra es practicar el senderismo. Caminar por los caminos rurales atravesando valles y laderas de las montañas, disfrutando del paisaje. En muchas ocasiones se programan excursiones guiadas.
- El baño en verano. Las sierras españolas están plagadas de piscinas naturales y remansos de río donde la gente se puede bañar. Es recomendable antes de hacerlo informarse bien a través de personas del lugar o personal del hotel, para evitar bañarnos en lugares peligrosos. Es una experiencia única, con el agua tranquila y fresca, en parajes semisalvajes que, desde luego, hay que conservar y mantenerlos limpios.
- Deportes al aire libre. Además del senderismo, es probable que puedas realizar otros deportes al aire libre como rutas de ciclismo por la montaña, barranquismo, escalada o pesca deportiva. En algunos destinos puedes introducirte en la hípica y pasear por el monte a lomos de un caballo.
- Cocinar y cenar con los amigos. Al disponer de más tiempo para nosotros, podemos invertirlo en preparar apetitosas comidas o cenas con la familia y amigos que después disfrutamos en veladas con largas sobremesas. Sin estar agobiados por otras responsabilidades.
- Conocer pueblos. Si hemos llegado en coche, podemos utilizar nuestro alojamiento como centro de operaciones y aprovechar la mañana para conocer los pueblos de la zona. Visitar sus atractivos turísticos, conocer su gastronomía, su cultura y mezclarnos con los lugareños.
Sin necesidad de buscar lugares exóticos por el mundo e intentar cuadrar todo para que el viaje salga bien. Sin necesidad de contratar un paquete en una agencia de viajes, con determinados servicios que no nos terminan de convencer. Podemos hacer una escapada a la sierra y convertirlo en un momento inolvidable.