Roberto Suárez - Actualízate

La contaminación acústica es una realidad

Que el ruido es algo que invade cada hora de nuestra vida es, sin duda, algo completamente innegable.

Estemos donde estemos, siempre hay algún ruido (no sonido, sino ruido, que, según la RAE, es todo aquel “sonido inarticulado, por lo general desagradable”). Ya sea por el claxon de los coches (o por su circulación por la carretera), el ruido de alguna fábrica de fondo, la música de los adolescentes en los coches a todo volumen…

El ruido nos ha acompañado desde nuestro nacimiento, y estamos tan acostumbrado a él que no nos hemos dado ni cuenta.

 

¿Qué es la contaminación acústica?

La contaminación acústica es, en definitiva, el ruido, la aglomeración de ruido insufrible y molesto ocasionado por el propio ser humano (tráfico, locales, música…). Este ruido repercute directamente de forma nociva en la salud, y es una realidad tan extendida que es importantísimo que empecemos a frenarlo como debidamente se merece.

No es de extrañar que, en estos tiempos ruidosos que corren, las personas huyan de la ciudad al campo en busca de la relajación y la tranquilidad más absoluta. Y es que la contaminación acústica es un problema muy serio que afecta, sobre todo, a las grandes ciudades. Cuanto más grande y poblada esté una ciudad, mayor contaminación acústica tendrá y más efectos provocará en nosotros.

Al igual que la basura, la contaminación acústica también contamina el medio ambiente, y es algo que hemos de frenar cuanto antes. Según estos datos del Instituto Nacional de Estadística, en el año 2020 casi el 20% de los Españoles denunciaron ruidos de vecinos o provenientes de la calle. En el 2019 denunciaron el 14%. Resulta claramente evidente que el nivel de ruido crece año tras año sin control, y que, si en tan solo un año etas denuncias han crecido un 6%, si no hacemos nada de aquí a 30 años esto será verdaderamente insoportable para la mayoría de las personas.

 

¿Cómo afecta a la sociedad?

Este problema no solo puedes encontrarlo en casa o en la calle, afecta más personas en el mundo de la que te imaginas. ¿Quieres verlo?

 

  • A los alumnos de colegios e institutos

 Estudiar de por sí es algo que a los chavales les cuesta muchísimo. Si, además de esto, le dificultamos la posibilidad de prestar atención con una fuente constante de ruido imparable, la cosa empeora por momentos. No solo porque no pueden atender en condiciones y porque se distraen… sino porque someterse durante seis horas a un ruido pesado mientras tratas de concentrarte puede ocasionarte mucho estrés… tanto a los alumnos como a los profesores.

¿Sabes que la contaminación acústica dificulta retrasa el aprendizaje de la lectura y de la comunicación verbal? No es para tomársela a risa…

 

  • A los deportistas en los polideportivos

 

Los deportistas acuden a un deportivo para tener un lugar seguro y resguardado donde poder practicar deporte de forma segura y tranquila. Lo que menos quiere una persona que ha de esforzarse en hacer deporte es tener que escuchar un constante e insoportable ruido de fondo sacándolo de contexto y poniéndole muy nervioso a cada ejercicio que realice.

En consecuencia, la persona que practica deporte puede, además de abandonarlo (lo que es contraproducente, porque el deporte es altamente recomendable para mantener una salud adecuada) o sufrir, como ya has podido comprobar, estrés y ansiedad.

 

  • A los colegas en un parque

 Suponte que haces una quedada con los colegas por el cumpleaños de uno de ellos en el parque más bonito de la ciudad, con columpios, estadios para jugar al futbol, tirolinas… un parque en condiciones donde poder pasar una tarde inolvidable. Pero, de fondo, tienes claxon, fábricas, barcos… y lo que podría haber sido una tarde inolvidable, se transforma en una pesadilla de malos humores, tensiones e, incluso, dolores de cabeza.

En un parque donde los niños van a jugar, donde se pasea a los perros, donde las parejas salen juntas a tener una cita… lo más normal es que sea un espacio tranquilo, acogedor y apetecible, no un lugar de constante ajetreo y ruido.

 

  • Por supuesto, los vecinos

 Yo misma he sido víctima de esto.

En Madrid teníamos una vecina arriba que, literalmente, se llevaba TODO el día pisando fuerte, moviendo muebles y haciendo un montón de ruido por el simple hecho de que nos había cogido manía. Punto. Fueron, literalmente, varios meses insoportables de ruidos y broncas, y mi pareja y yo acabamos los dos con ansiedad e insomnio, que son dos de los problemas que provoca a menudo la contaminación acústica.

 

  • Eso sin contar con los lugares de trabajo

 Ya trabajes en un local en el centro vendiendo ropa o en una oficina de contabilidad llevando los papeles de una empresa, es obvio: necesitas silencio.

Si una persona entra en una tienda a comprar y en lugar de encontrarse un lugar tranquilo y silencioso se encuentra golpes de obra, coches circulando, música, ruido de los adolescentes y fábricas cercanas, se le pone la cabeza echa un bombo y de lo que menos va a tener ganas es de permanecer en esa tienda de ropa más de un par de minutos. Va a querer irse de allí de inmediato, porque el ruido desagradable molesta, ¡y molesta mucho!

En el caso contrario, ahora imagínate a un hombre cualquiera que trabaje en una oficina de contabilidad, que requiere una concentración enorme para no equivocarte en un solo número. Este tipo de trabajos necesita de silencio y de paz porque llevar una empresa no es cosa sencilla: requiere de tener controlados muchos documentos y datos, y, si uno solo de ellos falla, puede liarse una factura, un cobro de proveedor o un pago de un trabajador, ¡un fallo horrible! Por lo tanto, que un contable o un asesor laboral trabaje con la presión constante de un ruido insoportable puede ocasionarle la pérdida de clientes, un estrés enorme y una desconcentración cada vez mayor. Eso sin contar con el estrés, cosa que a estas alturas ya estará sometido sin duda.

 

Consecuencias de la contaminación acústica en la salud

Afectan a nuestra salud más de lo que te imaginas. A continuación, vamos a desglosarte un poco los problemas de salud que puedes padecer ante una contaminación acústica prolongada en el tiempo:

 

  • Puede tener, por supuesto, efectos físicos

Uno de los principales problemas es que, poco a poco, vayas perdiendo la capacidad de oír: cada vez oyes menos. Lo cual es un problema serio, porque a nadie le gusta quedarse sordo.

Otro problema es la socioacusia (es decir, aparece un pitito desagradable en el oído que ya nunca jamás se va). Esto sucede porque tus oídos se dañan a consecuencia de las ondas sonoras del ruido, que inciden constantemente sobre tu tímpano y pueden llegar a dañarlo. Puede durar días, semanas, meses… y, a rasgos mayores, por supuesto puede derivar en la pérdida de la audición.

Otros: migrañas, jaquecas, pulso acelerado, incremento de la presión arterial, alteraciones alimenticias, modificación de la respiración,…

Por todo esto, vivir en un ambiente sin ruido ha de ser nuestra prioridad.

 

  • También puede aceptar al ámbito psicológico

 Los ruidos dañinos y constantes a nuestro alrededor pueden poner en peligro nuestra salud mental y emocional y pueden causar enfermedades como depresión, insomnio, fatiga, malestar general, ansiedad, estrés…

Puede incluso afectar a la manera, a la tención y a nuestra propia conducta, haciéndonos estar más malhumorados e irascibles.

En el momento en el que le damos tanto poder a algo externo a nosotros que puede trastocar nuestro propio comportamiento, la cosa se vuelve grave.

 

  • Efectos sociólogos

 Si hay ruido, no escuchamos en condiciones. Si no escuchamos en condiciones cuando estamos conversando, se crea un conflicto comunicativo. Esto puede derivar, en muy temprana edad, en problemas de aprendizaje y de comunicación.

 

Es hora de ponerle remedio a esta práctica tan extendida

A veces convivimos tanto tiempo con un mismo problema que no nos damos cuenta de lo perjudicial que está siendo para nosotros.

Esto es como las personas a las que les duele una rodilla y, como se ha acostumbrado a que le duela, nunca va al médico. Y cada vez le duele menos. Pero esto no es cierto: si algo te duele, es porque hay un problema que no debería estar ahí, e ignorarlo no va a hacer que desaparezca, sino todo lo contrario: va a hacer que aumente y va a poner en riesgo tu propia salud. ¿Y si ese dolor articular es algo mucho más serio que podría haberse solucionado con una operación sencilla… y, ahora que has dejado el tiempo pasar, ya no tiene remedio?

Por ello, una de las cosas imprescindibles para tratar este problema es la educación ciudadana. De nada me sirve que yo, completamente concienciada, deje de hacer ruido, si mil personas a mi alrededor siguen haciéndolo. De nada me sirve ser cuidadosa, si mi vecina del quinto sigue poniendo la música a todo volumen todos los días. Por ello, una de las principales medidas es hacer comprender a los demás que necesitan cuidar a las personas… no solo ayudándolas físicamente, sino emitiendo mucho menor ruido. Hay que enseñarles lo que esto significa y lo que provoca en la salud.

Otra opción interesante es el aislamiento acústico. No solo se aísla una casa del frío o del calor, del ruido también puede aislarse. Nuestros colegas de Crea Sur – Aislamientos nos comentan que una buena insonorización a tiempo puede evitarte muchos problemas de salud en el futuro.

Creemos que esto es un sinsentido y que hay que ponerle freno de una vez por todas. Por ti. Por mí. Por nuestros hijos… Y, sobre todo, por nuestra salud.

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