El pan es uno de los alimentos básicos en la dieta de todo el mundo desde tiempos ancestrales. Los estudios y excavaciones arqueológicas realizadas nos indican que el cultivo de los cereales estuvo ligado a creencias y rituales religiosos, a los ciclos de la vida, a la fertilidad…, y por supuesto también a la alimentación de los humanos. Por ello se considera un alimento milenario, al que la Unión Internationale de la Boulangiere et de la Boulangiere-Pátisserie (AIBI), Federación Internacional de Panaderos, ha querido recordar cada año dedicándole el día 16 de octubre, como el Día Internacional del Pan.
Cconcretamente en este año 2020 está dedicado a la masa madre, la levadura o fermento natural que aporta al pan un sabor más rústico, más natural, retrasando su envejecimiento y mejorando su conservación y que favorece también que sea mucho más fácil de digerir. Este tipo de pan lo encontramos cada vez en más sitios, sin embargo, la realidad es que sigue siendo complejo encontrar buen pan, a menos que estemos en Galicia, no obstante, si vosotros queréis comer buen pan, nosotros os recomendamos que visitéis El molí pan y café, una franquicia de panadería y bollería saludable con un toque tradicional, con ingredientes 100 % naturales, sin aditivos ni conservantes, con materias primas de la máxima calidad, reducido en sal y sin grasas hidrogenadas.
El pan es el perfecto acompañamiento de cualquier mesa, forma parte de nuestro desayuno a través de las exquisitas tostas con aceite de oliva, mermeladas, mantequilla, etc., está presente en los aperitivos acompañando embutidos ibéricos, patés, quesos… Acompaña a los platos principales, es la base principal de cualquier merienda infantil… En definitiva, es la clave de nuestras comidas, todos los días del año y a cualquier hora, pero además de su sabor agradable y exquisito, su composición nos aporta importantes nutrientes como hidratos de carbono, fibra, vitaminas o minerales, todos ellos componentes esenciales para mantener la energía y el desarrollo físico equilibrado de cualquier persona, por lo que los beneficios de consumir este producto tan preciado son muchos y variados, entre los que podemos destacar los siguientes:
- Aporta al organismo parte de la energía que necesita. Contiene un alto valor energético por la gran cantidad de carbohidratos complejos que aporta, particularmente beneficiosos para el cerebro y el sistema nervioso.
- Es una gran fuente de fibra, sobre todo el pan integral elaborados con harinas integrales, esto le otorga un gran efecto saciante, a la vez que contribuye a la regulación de las funciones digestivas e intestinales, favoreciendo el tránsito intestinal.
- Contiene una importante cantidad de vitaminas hidrosolubles del grupo B, como la B2 y la B6, las cuales nos ayudan a mantener sanos el cabello, la piel o las uñas y a la formación de los glóbulos rojos.
- Aporta al organismo una cantidad importante de minerales esenciales como el magnesio, fósforo, ácido fólico, hierro o potasio.
- Su nivel de grasa es muy bajo, a excepción del pan de molde. Esta pequeña cantidad de grasa, al ser de origen vegetal, hace que apenas tenga incidencia sobre determinadas enfermedades.
- Su contenido en proteínas vegetales previene la aparición de enfermedades crónicas como la diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares o neurodegenerativas.
- Contiene propiedades antioxidantes que ayudan a frenar el envejecimiento celular, fortaleciendo el sistema nervioso y favoreciendo la concentración.
Según estudios realizados por la AIBI existen unas grandes diferencias de consumo de pan por persona, entre los distintos países europeos. A la cabeza de los países con un mayor consumo se sitúa Turquía con 104 kilos, seguido de Serbia y Montenegro con 98 kilos, Bulgaria 95 kg. o Ucrania con 89 kg. El informe anual de la Asociación Española de la Industria de la Panadería, Bollería y Pastelería (Asemac) en colaboración con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, fija que en nuestro país cada persona consumió una media de 31,77 kg. de pan durante el año 2018, lo que supuso una producción de 969. 519 toneladas y una facturación de 1.357 millones de euros, comportando que cada español se ha gastado en ese mismo año una media de 75,6 euros/año. Este resultado trae como consecuencia una ligera caída del consumo con respecto al año 2018, concretamente fijada en el 2,5 %.
La nueva norma de calidad para el pan
El 1 de julio de 2019 entró en vigor el Real Decreto 308/2019, de 26 de abril, por el que se aprobó la norma de calidad para el pan. Según este Real Decreto, el pan puede clasificarse en:
- Pan común. Que puede recibir denominaciones como bran bregado, de miga dura, español o candeal, pan de miga blanda o pan integral.
- Pan especial. Dentro de esta clasificación encontraremos el pan de molde, biscotes, pan tostado, etc.
- Productos semielaborados, como el pan precocido o la masa congelada.