En los párrafos que vais a leer a continuación, vamos a realizar un debate que es de los más interesantes de todos cuantos existen en la sociedad de hoy en día. Tiene que ver con un valor tan importante como el de la vivienda y la relación que tenemos con ella. Sí, hablamos de un debate como el de su compra o su alquiler. Seguro que habéis hablado alguna vez con alguien de esto y que consideráis que tiene una influencia muy grande en su vida. Obviamente, aquí entran en juego las circunstancias que tenga cada persona en concreto. Nadie tiene la verdad absoluta y lo cierto es que esto le otorga al debate un valor mucho más especial que a cualquier otro.
¿Preferís alquilar o comprar una vivienda? La verdad es que hay motivos para las dos cosas, por supuesto. Vamos a desgranar cuáles son las ventajas de una cosa y de la otra.
Respecto a comprar una vivienda:
- La persona que compra una vivienda va a dejar de pagar por ella en algún momento. Este es el principal argumento de todas aquellas personas que se decantan por esta opción.
- El comprador obtiene un modo de garantizar de por vida un espacio para que tanto él como las personas de su familia puedan residir.
- Además, dispone de la posibilidad de venderla si encuentra una vivienda o lugar mejor en el que construir su vida.
- Va a poder planificar su vida en torno a un lugar concreto y va a poder echar raíces, como suele decirse, en él.
En cuanto al alquiler:
- Resulta muy interesante y, sobre todo, tranquilizador, para todas aquellas personas que no tienen un trabajo que sea fijo y no puedan comprometerse a vivir durante un espacio muy grande de tiempo en una ciudad o región.
- Es mucho más fácil cambiar de vivienda. Solo hay que esperar a finalizar el contrato y firmar otro con el propietario de la vivienda que nos interese arrendar en ese momento.
- Empieza a estar mucho más regulado, lo que permite que los precios no sean demasiado elevados.
- Quienes suelen alquilar una vivienda por el general no se tienen que ocupar de aquellos gastos que puedan ser inesperados, como los relativos al hecho de que se estropee un electrodoméstico o situaciones de ese tipo.
Ni que decir tiene que la situación personal de cada uno va a determinar de una manera poderosa qué opción vamos a tomar. Por regla general, esta es una decisión en la que el trabajo va a tener una especial influencia. Por ese motivo, las personas más mayores ya suelen tener su vivienda pagada, principalmente porque hace muchas décadas no era tan habitual el alquiler y si la compra en propiedad de una vivienda. La gente joven no tiene tanta estabilidad como la tuvieron las generaciones anteriores porque los trabajos son de corte más temporal, así que la apuesta por el alquiler es más grande ahora que en otros tiempos pasados. Y ojo, porque la tendencia va a seguir produciéndose en este sentido en los años que están por venir.
Según una noticia que hemos consultado en la página web del diario El Economista, el alquiler podría duplicar su cuota y establecerse en un 40% dentro de unos años. La verdad es que eso cuadra con lo que estábamos comentando en el párrafo anterior y que sin duda tiene que ver con asuntos como los que también hemos indicado más arriba. Ni que decir tiene que estamos hablando de uno de los mercados, el inmobiliario, que más está cambiando en los últimos años y que sin duda va a seguir siendo uno de los más analizados por la población española. Teniendo en cuenta que estamos hablando de un aspecto como la vivienda, clave en la construcción de la vida de las personas, nos parece normal que así sea.
También hemos querido echar mano de una noticia que fue publicada en la página web de eldiario.es y que se preguntaba en su titular quién disponía de una vivienda en España. Se comentaba que solamente el 17% de los hogares españoles vivía de alquiler (algo que ya hemos dicho que va a crecer) y que hay lugares en los que es más habitual vivir de alquiler que en otros. Por citar varios ejemplos, diremos que la Comunidad de Madrid y las islas Baleares y Canarias son tres de las regiones en las que el alquiler es más habitual, mientras que en regiones como Euskadi, Navarra o Cantabria es más habitual que la gente sea propietaria.
El alquiler cada día es una operación más habitual y tanto las personas que están deseando entrar a vivir en una vivienda como las que son propietarias de esa misma vivienda lo saben. Nos cuentan desde VIP House BCN que la tendencia se ha acelerado en los últimos años en España, pero que es bastante interesante en el caso de Barcelona, donde esa fiebre por el alquiler ha crecido más que en cualquier otro sitio de la Península Ibérica. La verdad es que Barcelona suele ser siempre una avanzadilla para las tendencias que se van produciendo en el resto de España y esta puede ser una buena muestra de que va a existir una verdadera apuesta por el alquiler que incluso podría llegar a convertir este modelo como el mayoritario en nuestro país.
No en todos los países es habitual ser propietario
En España caló hondo, en su día, el ser propietario o propietaria de una vivienda, una opción que puede ser perfectamente viable para muchas personas, por supuesto. Pero está claro que no en todo el mundo tiene por qué ser así. Hay países en los que el alquiler es algo habitual y podríamos decir que Alemania, que es una de las grandes referencias económicas de nuestro continente y su principal motor industrial, es el mejor ejemplo de ello. Es una barbaridad de gente la que en el país germano vive de alquiler y que dispone de una calidad de vida que para nosotros y nosotras querríamos en muchos casos.
Hay personas que han vivido fuera de nuestro país y desvelan algo que es bastante sintomático: que también en otros lugares es habitual encontrarse con un debate como el que estamos teniendo a lo largo de todos estos párrafos. Ni que decir tiene que, para mucha gente que es adulta pero no especialmente mayor, es lo habitual puesto que, cuando nos independizamos, lo más habitual es que apostemos por un alquiler para empezar a ver cómo se nos da esa experiencia sin el paraguas de nuestros padres y madres. Es tiempo después cuando ya empezamos a tener en la cabeza algunas de las cuestiones de las que hemos venido hablando a lo largo de todos estos párrafos.
Tanto en el caso de una persona que alquila como en el de una persona que adquiere una vivienda, debemos recordar que el gasto principal a lo largo de cada mes va a ir destinado a tener un techo bajo el que descansar. Sin duda, es una de las grandes necesidades del ser humano y una de las cosas que puede proporcionar una mayor certidumbre a nuestra vida, una certidumbre que es necesaria para que todos y cada uno de los proyectos que estamos manejando a lo largo de nuestro día a día lleguen a buen puerto. En caso de que no sea así, podemos tener problemas que quizá no tengan una solución fácil y que nos compliquen la existencia de una manera bastante grande.
Problemas de falta de vivienda no hay en España
Una de las grandes ventajas que tenemos en un país como el nuestro es que no hay problemas ligados a la falta de vivienda. España es un país en el que se han construido muchos edificios a lo largo de las últimas décadas y en el que, además, se han rehabilitado muchas de las que ya existían. Hay países en los que esto no es habitual y uno de los mejores ejemplos de eso puede ser la República de Irlanda, en la que sí hay problemas de suelo que se han venido manifestando en los últimos años y que preocupan a las autoridades del país de la isla Esmeralda. Al menos, de esa nos hemos librado en España. El futuro sería más negro para buena parte de nuestros ciudadanos y ciudadanos si aquí también tuviéramos ese problema.
Debemos tener claro que este es un debate que no tiene una única respuesta válida y que tampoco va a tener un final. Cada vez es mayor el número de personas que es consciente de esto y que tiene clara cuál es posición a este respecto, algo que nos complace y que por supuesto nos tranquiliza puesto que lo más importante es que cada cual tenga su plan de vida y se paga cuáles son todas las opciones de las que dispone para elegir. Esperamos que siga haciendo así, algo de lo que no nos cabe ni la más mínima duda.
