El mundo del vino nos abre un amplio mercado de herramientas y accesorios para coleccionistas y amantes del vino. Esta pasión no solo se trata de elegir un buen vino, ese es solo el primer paso en el disfrute del elixir.
Si te llamas a ti mismo un aficionado al mundo del vino, entonces hay ciertos implementos que debes tener para marcar la diferencia durante las vendimias o en cualquier otra época del año en la que decidas agasajar a tus invitados con tu colección de exquisitos sabores y encima resaltar como un buen anfitrión, conocedor de este mundillo. Incluso, estas cualidades te ayudarán a la hora de hacer un regalo original y de buen gusto.
Hay que tener en cuenta, además, que dependiendo del tipo de comida que se plantee poner en la mesa el vino suele cambiar. No es lo mismo tomar un buen tinto con un asaco de cordero al horno que un vinito blanco fresco con un salmón a la marinera. Incluso cuando comemos algo dulce, como estas navidades, hay que tener en cuenta el tipo de vino que vamos a poner en la mesa. Según los profesionales de Adelia Ivañez, el típico moscatel sería perfecto para los turrones y este tipo de vino se puede servir tanto en copa pequeña como en vasos de chupito.
También hay que pensar que si quizá tenemos un buen caldo, sino contamos con algunos de estos utensilios, tal vez no le estemos dando todo el protagonismo que ese vino merece- y de seguro que el valor de un buen vino te importa mucho.
Incluso, esta puede ser una buena excusa para comenzar una colección, ya que hay algunos amantes del vino que coleccionan algunos de estos elementos que citaremos a continuación.
Así que si se considera un amante del vino y quiere estar a la última, el listado que te compartimos a continuación te servirá para conocer de primera mano los últimos utensilios para que un buen vino no pierda cualidades cuando lo servimos.
Algunos de estos instrumentos sirven para conservarlos en su plenitud, mientras que otros permiten que se mantengan óptimos cuando están sobre la mesa para ser consumidos. Muchos de ellos son los básicos que todos ya conocemos, mientras que otros serán un completo descubrimiento y algunos podremos reconocerlos aunque no siempre sabemos cómo se llaman o que tan importantes son. Sea cual sea el caso, todos ellos estarán a la altura de cualquier conocedor del vino.
Los básicos…
- Sacacorchos
Por supuesto teníamos que comenzar la lista con este básico e imprescindible. El primer sacacorchos se remonta al siglo XVII en Inglaterra, aunque la primera patente fue la de Samuel Henshall. El primero en la historia tenía forma de “T”, pero luego fue evolucionando hasta que Edward Thompson en 1802 le añadió un “sombrero” que envolvía la boca de la botella y una espiral para introducirla en el corcho. Hoy en día, existen diferentes modelos; uno de ellos es el de láminas, que se utiliza para vinos viejos y que consiste en dos hojas metálicas que se introduce entre el corcho y el cuello de la botella.
- Copas
Un elemento fundamental a la hora de beber un vino es el de contar con una buena copa. Para ser considerada como tal, esta debe cumplir unos requisitos: que posea un tallo largo y que sea abombada, transparente, lisa y de cristal fino. Siempre se debe coger por el tallo para evitar calentar el vino.
Para un sibarita, el continente es tan importante como el contenido. Así que si quieres acertar con tus invitados, deberías tener diferentes copas para los diferentes tipos de vino. Cristafiel, expertos en grabados en copas, te recomienda, entonces, contar con un set de copas de vino para disfrutar en tus comidas y cenas, la cual te permitirá variedad y asertividad ante cualquier ocasión.
Esto porque el vino se comporta de forma distinta en cada tipo de copa. Solo basta con asistir a una cata de copas y ver en primera persona cómo puede cambiar un vino en función de la copa en la que se cate. Por ejemplo, la copa para vino blanco es un poco más pequeña y baja que las copas para vino tinto, ya que debe mantener más el frío del vino porque se degusta a menor temperatura. Pero también se puede utilizar este tipo de copa para vinos rosados, ya que permite preservar mejor la baja temperatura que debe tener.
Por el contrario, la copa para vino tinto es de mayor volumen, ya que necesitan oxigenarse. Su forma es muy amplia y alta. Tiene la apertura lo suficientemente grande para permitir oler el vino a la vez que se ingiere compartiendo los dos sentidos a la misma vez.
- Cubitera o Funda enfriadora
Ya sabemos que una vez abierta la botella, debemos mantenerla fría, por lo que este es otro elemento indispensable, al menos para los vinos blancos, rosados, espumosos y de aperitivo.
La cubitera consiste en un cubo que rellenaremos de agua e hielo para enfriar o evitar perder temperatura. Sin embargo existe algo aún mucho más sofisticado, como lo es el enfriador de botellas.
Este artilugio lleva incorporada una funda de gel especial que mantiene el frío sin la necesidad de utilizar agua o hielo, siendo capaz de enfriar una botella en cinco minutos y mantenerla fría durante horas. Además no provoca el desprendimiento de la etiqueta de la botella. Su precio oscila entre los 15 y 60 euros, pero podemos encontrar en el mercado enfriadores digitales por 75 euros, en los que solo tendrás que marcar en el display digital la temperatura a la que desea que se mantenga su vino y este permanecerá a esa temperatura durante todo el tiempo que usted desee. Algunos defienden que son algo menos efectivos que las cubiteras, pero lo que si es cierto es que es muy práctico y que te da un toque de distinción.
- Tapón para espumosos y vinos
Si es verdad que al abrir una botella de vino, lo mejor y más recomendable es beberla toda para evitar la oxidación por medio del aire. Pero para esos casos en donde queremos preservar un poco del elixir para después, podríamos contar con estos tapones que evitan en gran medida ese contacto con el aire. De hecho, si quieres guardar los vinos espumosos, hay tapones adecuados para ello.
- Vinoteca
Es una solución a los problemas de temperatura de los vinos o si interesa conservar algunos vinos con largos envejecimientos. Hay muchos modelos, desde los de ocho botellas hasta los de grandes capacidades, especialmente pensados para hostelería. Si lo colocas en tu bar, impresionarás a tus invitados con tu colección en vinos y le darás una atmosfera muy elegante a tus eventos.
Los especializados…
- Decantador
Entre los utensilios más especializados en el trato de un buen vino, que ya tienen los más aficionados a su degusten está el decantador.
Se trata de un recipiente de cristal donde se introduce el vino antes del servicio. Tiene dos funciones principales, la de separar el líquido de cualquier sedimento formado en la botella que pueda imprimir olores o sabores extraños y la de permitir la oxigenación del líquido.
Así que si tienes pensado abrir un vino reserva o gran reserva, lo recomendable es decantarlo para que el vino se oxigene y desprenda todos sus aromas. También sirve para la técnica de decantación, la cual mencionamos anteriormente y que se hace con una vela que traspasa muy lentamente el vino de la botella a la decantadora o jarra de decantación.
- Termómetro
Si quieres beber el vino a su temperatura correcta, debes tener un termómetro para medir sus grados. Recuerda, blancos y rosados deben estar alrededor de los 7 grados mientras que los vinos tintos deben consumirse entre los 14-18 grados dependiendo de su envejecimiento.
- Bomba de vacío
Ya habíamos dicho en un punto anterior que hay que evitar el contacto del aire con el vino. Aunque los tapones son efectivos para esto, las bombas de vacío son incluso mejores por que extraen el aire del interior de la botella y así, mantiene por más tiempo sus cualidades organolépticas.
Esto porque el vino, una vez abierto, va perdiendo sus cualidades organolépticas y gustativas, mientras que este utensilio se encarga de extraer el aire de la botella y permite cerrarla con unos tapones especiales.
Los que quizá no conocías…
- Cortacápsulas
Aunque podemos hacerlo con el sacacorchos, este cortacápsulas desprende rápidamente la cápsula de la botella para pasar a utilizar el sacacorchos adecuado.
- Lito
Se suele utilizar en los restaurantes más refinados, y se trata de este trapo que normalmente es blanco y sirve para ayudar al camarero o sommelier a servir el vino y evitar que caiga la gota sobre el mantel. También se suele utilizar para secar la botella si se está enfriando en una cubitera.
- Láminas anti-goteo o aros recogegotas
Una alternativa al clásico lito que mencionamos en el punto anterior son estas láminas que se introducen en el cuello de la botella o los aros que rodean el cuello de la botella evitando que caiga la gota sobre el mantel y mancharlo.
- Tastevin o catavinos
Se trata de un recipiente cóncavo del tamaño de la palma de la mano que suele ser de plata, alpaca u otros materiales brillantes y que se usa para comprobar el color y brillo de los vinos, de ahí su rugosidad.
Todo catador que se respete tiene uno de estos, aunque se ha confirmado que es poco práctico ya que no permite percibir los olores del vino. En verdad es mejor utilizar una copa de cristal fino, con cuerpo y tallo largos y boca estrecha.