Roberto Suárez - Actualízate

Montar a caballo mejora la coordinación

A los niños les encantan la equitación, ya que esta disciplina permite a los más pequeños crear un vínculo muy especial con el caballo. La hípica no incluye solo montar, los niños también pueden visitar al animal, lo alimentan y lo limpian.

Con esas actividades desarrollan la autonomía y el sentido de la responsabilidad. La casa rural es un lugar idóneo para practicar hípica y conectar con la naturaleza.

Los profesionales de Finca Valvellidos explican que es importante que el profesor tenga la formación adecuada y que las clases sean personalizadas. Y que el niño tenga la seguridad de que montará a un animal acorde a su edad.

Montar a caballo tiene múltiples beneficios para nuestra salud, por eso se realizan muchas terapias psicológicas al lado de estos animales, conocidas como hipoterapia.

En esas sesiones los niños con discapacidad pueden montar solos encima del caballo o acompañados por un fisioterapeuta en el caso de que padezcan problemas de control.

Los expertos consideran que los caballos son animales muy sensibles, que tienen una enorme capacidad para percibir estados de ánimo, por lo que pueden favorecer al desarrollo de niños y adultos. La revista Eres Mamá informa que «los niños pueden empezar a practicar hípica a partir de los 4 años de edad».

Es una actividad física en la que se libera el estrés y conectas con el entorno natural. El sentido del tacto y la afinidad que un niño tiene con el caballo es importante para su desarrollo social, físico y cognitivo.

Si a tu hijo le gusta los animales y la naturaleza montar a caballo puede ser una actividad perfecta para él. El jinete José Bono descubrió la hípica con 8 años.

“Siempre he sido un enamorado de los animales. Mi hermana Amelia llegó un verano a casa diciendo que había montado a caballo. A mí aquello se me quedó grabado a fuego, tendría unos 8 años y me puse tan pesado con mis padres… al principio no querían que montara a caballo y trataron de no hacerme demasiado caso, pero insistí tanto, que aquí estoy. Les daba miedo y les parecía un deporte muy elitista, una afirmación que antes podía tener sentido, pero que hoy en día no tiene nada que ver. Hoy en día hay mucha gente que se gana la vida dedicándose a esto, con muchísimo trabajo, como yo, y no es el mundo elitista que la gente puede imaginar”, cuenta el jinete.

Es un deporte que requiere de mucha disciplina y de cierto sacrificio. “Quizá la diferencia con otro deporte es que aquí es un ser vivo. Una raqueta o una pelota la puedes dejar en el armario si un día no te apetece, un caballo no lo puedes dejar en la cuadra y al final sí que requiere de mucha disciplina. Al final, supongo que en cualquier deporte a nivel profesional, la disciplina y la concentración son dos pilares fundamentales”, explica Bono.

Los beneficios de la equitación son los siguientes:

Mejora la postura

No se puede montar a caballo de cualquier forma, por lo que se debe hacer con la espalda recta.

Aumenta la fuerza

Para practicar esta disciplina se utiliza un gran número de músculos con los que mantenemos el equilibrio. El pequeño fortalece los músculos de las piernas y tonifica el abdomen.

Aumenta los niveles de confianza

El niño confía en el animal y se creará un vínculo entre ellos. El estar en contacto con el caballo favorece el autocontrol de las emociones y también mejora la autoestima.

Mejora la coordinación

En este deporte el niño estará pendiente del entorno, del animal y de todo lo que ocurra alrededor. ¡El pequeño mejora la coordinación y los reflejos!

Disminuye la tensión muscular

Es normal tener agujetas al día siguiente, pero una vez el cuerpo se ha acostumbrado, montar a caballo es un ejercicio perfecto para que los músculos se relajen.

Favorece la concentración y la atención

Esta disciplina mejora la capacidad de concentración y el estar pendiente de la actividad es una forma ideal de desconexión del día a día.

Mejora la autoestima

Aprender a manejar el caballo es una experiencia gratificante y beneficiosa para la autoestima. Con la interacción con el animal el pequeño puede manejar la frustración y fortalecer la personalidad.

Material para montar a caballo

Para montar a caballo solo se necesita unas botas y ropa cómoda, como pantalones largos ajustados y sin muchas costuras. También es muy importante el casco para evitar lesiones en caso de caída, lo facilitan los centros que ofrecen clases a caballo, pero también puedes comprarlo asegurándote de que cumple los estándares de seguridad actuales.

Para el calzado es necesario las botas de equitación o un calzado cómodo que no tenga decoración en los laterales ni en el área del talón. ¡Descarta los zapatos con tacón y las sandalias!

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