Roberto Suárez - Actualízate

Los peores alimentos que pueden dañar tus dientes

Existe una frase que la decían mucho o las abuelas, que dice que no echamos de menos algo hasta que lo dejamos de tener. Algo así me pasó a mí con mis dientes. Una parte de nuestro cuerpo a la que no damos el suficiente valor hasta que la dejamos de tener.

Y es que no somos conscientes de la importancia que tiene una buena dentadura en nuestro día a día.

Por eso la recomendación que os voy a hacer ahora es que no comáis algunos de estos alimentos porque pueden dañar tus dientes.

Yo era de esas personas que comía cualquier cosa en cualquier momento. Hasta que un buen día durante las fiestas de mi pueblo, tenía tanta hambre que quise comer un bocadillo de jamón. Algo que parece tan inofensivo se convirtió en mi peor enemigo.

Al intentar desgarrar el pan noté que mis dientes incisivos, los que todo el mundo conoce como paletos, se iban junto al bocadillo. Efectivamente me había desgarrado dos dientes. A partir de ese momento comenzó mi odisea. Una odisea que no recomiendo a nadie, porque se pasa muy mal.

En ese momento comenzó un peregrinar por clínicas dentales para poder subsanar el problema que tenía. Y la verdad es que no se pasa nada bien.

Alimentos duros y fibrosos

En mi opinión estos son los peores. Y es que consumir alimentos como nueces, palomitas de maíz, zanahorias crudas o manzanas enteras puede causar fracturas o astillamientos en los dientes si tienes una dentadura floja. Lo digo por experiencia porque fueron los primeros que me quitaron en la clínica Infinite después de hacerme la operación de implantes dentales.

Este tipo de implantología tiene como objetivo reponer la raíz de una pieza dentaria perdida mediante la colocación de un implante, y así es cómo se me recuperó una de las piezas que tenía casi perdidas.

Alimentos pegajosos

Y ojo, porque tan peligrosos como los duros, son los alimentos pegajosos. Estamos hablando de esos famosos dulces pegajosos como caramelos, chicles o barras de chocolate,  que pueden quedarse pegados en los dientes y causar daños si tienes una dentadura inestable. No es la primera vez que alguien al comer uno de estos caramelos se ha quedado con un par de piezas de la mano.

Alimentos ácidos

También nos dicen que el consumo excesivo de alimentos ácidos como el limón, el vinagre o los refrescos carbonatados puede erosionar el esmalte dental y aumentar la sensibilidad dental en personas con dentaduras flojas. Es cierto que en este caso es algo más para personas con este tipo de problema, pero ojo, porque se puede convertir en toda una pesadilla.

Alimentos demasiado calientes o fríos

Las personas que son sensibles a los cambios de temperatura puedan dar fe y lo sufren en sus propias carnes. Está demostrado que consumir alimentos o bebidas extremadamente calientes o frías pueden causar una sensibilidad dental y malestar en este tipo de personas con una dentadura inestable. Eso de llevarte la mano a la dentadura es más habitual de lo que piensas.

Alimentos azucarados

Por último, pero no por ello menos importante, también está demostrado por muchos estudios que el consumo excesivo de alimentos y bebidas azucaradas aumenta el riesgo de caries dentales. Esto lo que nos puede hacer es empeorar si tenemos una dentadura floja y no puedes limpiar correctamente tus dientes.

Por eso, hay que acudir al dentista para que nos impongan una serie de normas y de recomendaciones. Lo dicho, mucho cuidado con este tipo de alimentos porque os lo digo de corazón que nos pueden provocar un importante problema. Por suerte, de todo se sale, como ha sido mi caso, pero si te pones en manos de grandes profesionales y luego tienes una gran fuerza de voluntad.

 

En resumen, y como has podido comprobar, es importante evitar los alimentos duros, pegajosos, ácidos, demasiado calientes o fríos. Por supuesto también los alimentos que son azucarados si tienes una dentadura floja. Con ello puedes prevenir daños en tus dientes y mantener una buena salud dental, que la verdad es que merece la pena.

Además, es recomendable mantener una buena higiene dental y visitar regularmente al dentista para prevenir complicaciones. Eso por supuesto. Así que mucho cuidado con lo que te llevas a la boca porque ya sabes que no comenzamos a echar algo de menos hasta lo que perdemos. Un mensaje de abuela, pero que es más verdad que la copa de un pino.

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