Roberto Suárez - Actualízate

Aquellos maravillosos oficios que nunca desaparecerán

Cuesta decir esto cuando este artículo lo estoy escribiendo desde un ordenador, gracias al Wifi, y seguro que mi lector lo está leyendo a través de un teléfono móvil, otro PC o una Tablet. Pero es cierto que cada vez me cuesta vivir en esta época de tecnología. Dicen que es el progreso, pero viendo algunas situaciones cada vez lo tengo más complicado de creer.

Pues bien, en una era en la que todo está dominada por la automatización y la tecnología digital, hay oficios que resisten el paso del tiempo. Son como una especie de aldea gala de Asterix que resiste a los temidos romanos.

En este 2025 hay trabajos como pueden ser el de zapateros, tapiceros, herreros, relojeros y otros artesanos que resisten. Y no es solo una cuestión de funcionalidad; es también una expresión de maestría, paciencia y tradición. Sobre todo porque digan lo que digan, las máquinas, esas temidas máquinas que cada vez quitan más puestos de trabajo, nunca van a tener ese punto de arte y de maestría que tiene un oficio de este tipo.

Y es que cada zapatero que repara un par de botas o de zapatos desgastadas lo que hace es prolongar la vida útil de un producto. Esto es lo práctico. Pero hay mucho más. También está preservando una técnica centenaria, que solo sus manos lo saben. Lo mismo ocurre con el oficio de tapicero, uno de los que más me gustan. Tengo que reconocer que cuando era un crío quería ser eso de mayor. Lo quería ser porque tenía a un vecino de mi abuelo que lo era y me pasaba muchas horas en su taller.

Allí era una pasada ver cómo renovaba los muebles antiguos, devolviéndoles su toque original con habilidades que requieren años de práctica y precisión. La verdad es que me gustaba, pero son de esas profesiones que sabes que no has nacido para ello.

¿Por qué? Pues porque para estos oficios hay que combinar varios aspectos. Por ejemplo, un conocimiento profundo de los materiales con una sensibilidad artística. Y esto es algo que me falta, porque creo que se nace con ello. Es como un artista virtuoso de la guitarra o del piano, se nace, no se hace.

Recuerdo que don Carlos, así se llamaba este tapicero del que os hablo, me decía que el saber hacer este oficio, como también puede pasar con el que arregla un reloj, no son solo trabajos mecánicos, sino situaciones que requieren un ojo experto y una apreciación estética. Vamos, que hay que nacer para ello.

Convivir

Ahora bien, estos oficios, al contrario de lo que están haciendo otros, pueden tener duración en el tiempo pese a la llegada de las nuevas tecnologías. La razón es que han sabido amoldarse a los nuevos tiempos. En lugar de desaparecer, estos oficios están aprendiendo a convivir con la tecnología, porque no es cuestión de que solo quede uno, es cuestión de saberse adaptar al hábitat, como suele ocurrir con muchos animales.

De esta manera, son muchos los artesanos han llevado sus negocios al ámbito digital, utilizando redes sociales y plataformas en línea para llegar a un público más amplio. Es una gozada entrar en la página web de Curtidos y Tapicerías Pérez Burgos e Hijos y poder ver que es una empresa clásica de toda la vida, pero que te permite hacer pedidos on line, tiene descuentos o puedes ver todos sus trabajos, muchos de ellos todo un arte, en su página web.

La verdad es que la combinación de técnicas tradicionales con estas nuevas herramientas es lo que permite mejorar la eficiencia sin perder la esencia del trabajo artesanal. Y al final, son todos estos los trabajos que se van a mantener. Porque como os digo, el arte no lo puede reflejar la mejor Inteligencia artificial, y menos aún si estamos hablando de una IA china.

Estoy más que seguro que a pesar del avance de la tecnología, la producción en masa y la digitalización, estos oficios siguen siendo imprescindibles y que tienen larga vida.

Como has podido comprobar, el futuro de estos oficios, que en algunos pueblos rurales son los únicos que quedan, dependerá de la valoración que la sociedad les otorgue. Es decir, desde aquí os digo que tenemos que seguir apostando por lo artesanal. Y es que no es solo una elección estética o funcional, es también una forma de apoyar la preservación de un arte que, a pesar del paso del tiempo, sigue siendo irreemplazable. Y todo esto lo tenemos en nuestras manos.

 

Comparte este artículo:

Más artículos