Es muy importante evolucionar con la pareja desde el respeto y la comunicación. En muchas ocasiones resulta difícil de identificar la dependencia emocional, pero hace que aparezca el sufrimiento y problemas de autoestima. La dependencia emocional no aparece solo en las parejas, sino también puede producirse entre familiares o amigos. La psicóloga Alexandra Barroso, explica que cuando existe dependencia emocional «tu vida gira en torno a la de tu pareja o a la vida de la persona con la que fijas una dependencia, todas las gratificaciones provienen de esa persona».
La persona dependiente idealiza a la pareja y se coloca en un rol complaciente frente a ella. Esto afecta a la capacidad de decisión y provoca que la relación de pareja acabe siendo destructiva. «La dependencia emocional puede ser perjudicial porque puede afectar negativamente a tu bienestar emocional y mental», expone la psicóloga Sol Buscio.
Resulta muchas veces difícil de identificar, pero no es aconsejable sobrevalorar las cualidades de la pareja. Cuando una persona experimenta dependencia emocional no ve ningún defecto en su pareja y tiene la necesidad constante de estar cerca de ella. Si no puede hacerlo físicamente, recurre a otras formas de comunicación. Actúa de manera sumisa y deja de lado sus costumbres, sus hobbies, sus aficiones, etc.
Desde El Periódico explican que «la dependencia emocional surge cuando una de las partes, o las dos a la vez, sienten una insatisfacción y un vacío que intentan compensar con su pareja. Pueden legar a vivir del otro, focalizando toda su vida en la pareja y dejando de lado otras áreas de su vida. Esta situación no es realmente buscada a nivel consciente, aunque con el paso del tiempo se acaba viendo lo que ocurre, sin que ya se sepa poner freno. La autoestima y una mala autorregulación emocional se ven implicadas, siendo tanto causas como efectos de dicha dependencia».
El tratamiento psicológico se basa en una psicoterapia individual. Según la psicológa Karla Vázquez, esta debe centrarse en «reforzar la autoestima y la autonomía, así como en revertir las creencias erróneas del paciente sobre sí mismo y sobre sus relaciones».
En esa terapia el paciente puede hacer una lista de las cosas que ha dejado de hacer para satisfacer a la pareja. Es importante que la persona sea consciente de que es una relación basada en la dependiente y apueste por la ayuda terapéutica y psicológica. En la sesión puede reforzar la propia autoestima, aprender a estar solo y crecer de manera independiente. Esta persona deja de lado sus propios intereses para atender las necesidades de su pareja, y solo consigue el bienestar cuando la pareja está a su lado. Es importante mantener una vida social activa para hacer actividades diferentes, ya que no debe creer que su vida no tiene sentido sin la otra persona.
Es fundamental cuidarse y quererse a si mismo, y conocer gente nueva para comenzar una relación sana. La persona dependiente tiene falta de opinión propia, baja autoestima, sensación de inferioridad, posición inferior en las relaciones, etc. La dependencia nace de la inmadurez porque la persona dependiente normalmente no quiere quedarse solo, por lo que ama demasiado al otro. Debemos saber que la dependencia emocional es como una droga y una adicción.
La psicóloga Ángela Rodríguez, experta en dependencia emocional, nos explica que la persona con esta adicción emocional no depende de una sustancia, sino de una persona porque cree que su pareja lo es todo para ella y busca seguridad en la otra persona.
Varios estudios han comprobado que este tipo de dependencia es más frecuente entre las mujeres. La dependencia transmite inseguridad, baja autoestima, celos, agobios y negatividad. La persona dependiente tiene una tendencia a ser sumisa y busca que la otra persona cubra sus carencias. Existe una vinculación afectiva excesiva y no puede aceptar que su pareja necesita su espacio, por lo que puede experimentar sentimientos de abandono y ansiedad cuando no está en contacto con la pareja.
Estos sentimientos pueden provocar falta de energía, depresión, baja autoestima y tristeza. Debe entender que la felicidad no depende de una persona y saber valorarse y quererse, por lo que puede escribir en un papel sus cualidades y virtudes. Los expertos explican que las personas que son dependientes emocionalmente deben trabajar la autoestima para saber valorarse y quererse. La autoestima puede subir o bajar, en función de las momentos que vayamos viviendo.
La autoestima puede trabajarse en cualquier momento de la vida, pero para conseguir salir de esa relación dependiente es importante abandonar el papel de sumisa y pedir ayuda a un experto en terapia de pareja y dependencia emocional.