El 19 de agosto se celebra el Día Mundial de la Fotografía. Es un día cada vez más popular en todo el mundo, porque recuerda a las fotografías icónicas. Apunta esta fecha para celebrar este día, realiza diversas fotografías y súbelas a tus redes, pero no te olvides de poner el hashtag #WorldPhotographyDay. Debajo de la instantánea puedes poner alguna de las mejores frases sobre fotografía, como las de Robert Mapplethorpe: “Mi interés era abrir los ojos a la gente, hacer que se dieran cuenta de que cualquier cosa es aceptable. No es lo que es, es la forma en que se fotografió”.
El fotógrafo de Palma de Mallorca Xavi Baragona explica que para capturar imágenes es necesario un trabajo con estilo único, creatividad, colores vibrantes y composición cuidadosa, y esto es algo que se desarrolla en el tiempo y que requiere de una personalidad capaz de plasmarse en una foto. A continuación, te explicamos algunas anécdotas sobre la fotografía.
Una fotografía que dure 30 años
Las ciudades cambian, nos damos cuenta cuando volvemos al mismo sitio. Lo mismo ocurre con las personas que no suelen resistir al paso del tiempo.
El sueño del fotógrafo Joe DiGiovanna es registrar en su cámara los cambios en el skyline de Nueva York durante 30 años. Para conseguirlo, hará un timelapse, es decir, técnica de cámara rápida que durará todo ese tiempo.
Ningún fotógrafo había intentado lograr este reto. Hasta ahora, el fotógrafo Cristoph Rehage consiguió registrar un viaje de un año por China y cómo su rostro cambiaba durante el proceso. «Me di cuenta de cuánto me había crecido la barba», decía Rehage al principio del vídeo.
La idea de DiGiovanna fue totalmente casualidad: «Yo no vivía en Nueva York», cuenta, «pero en una ocasión durmiendo en un apartamento en el que tenía una vista completa de la ciudad me obsesioné con grabarlo todo, los barcos surcando, los amaneceres y atardeceres, los edificios construyéndose… y en general cómo las cosas van cambiando».
En su Instagram público algunas capturas de barcos, sombras o nubes que van cambiando la ciudad estática, el fotógrafo quería demostrar que nada permanece.
Tiene una cámara permanentemente conectada en una ventana, donde va registrando todo lo que sucede a lo largo del día y después estas imágenes captadas cada 30 segundos se transfieren a un ordenador.
«Creo que el intervalo de 30 segundos es perfecto», explica, «porque me encanta cómo contiene toda la información en ese tiempo, además, si tuviéramos dinero ilimitado quizá podría capturarlo todo en imágenes de diez segundos, pero no es posible, así que este es el tiempo estimado en el que creo que puede funcionar».
«Me gustaría que durara para siempre, pues es impredecible por dónde se irá el sol, pues cada noche se esconde por un edificio diferente y justamente esa impredecibilidad es lo que mi padre adoraba… se sentaba a observar y la ciudad, simplemente, brillaba», señala Rehage. «Él murió antes de que yo comenzara con este proyecto, pues aún estaba pensando qué tipo de cámara podía utilizar», añade.
El fotografía explica qué hará con el proyecto por si se tiene que mudar: «Este apartamento es mío, simplemente me gustaría hacer más fotografías, poner una cámara en Brooklyn, otra en el centro, colocar siete cámaras por la ciudad y así alargarlo todo. Esto es un tributo a mi padre, a su memoria».
Un italiano que no se separa de la fotografía de su mujer
Giorgio Moffa, propietario de un restaurante de Italia, se fijó que un señor mayor acudía cada mañana al paseo marítimo con una fotografía de su mujer y se sentaba frente al océano.
Giorgio decidió publicar la fotografía en Facebook y escribir: «Hace días que viene, no conozco a esta espléndida persona. Solo sé que el suyo ha sido seguramente un gran amor. Le he visto llorar y creo que ya no nacen hombres así. Un abrazo fuerte, querido amigo, eres un gran hombre».
La instantánea se ha hecho viral, se trata de Giuseppe Giordano, de unos 70 años, se sienta en el puerto que esta en la costa occidental de Italia, siempre va con una fotografía enmarcada en sus manos y con la que se sienta mirando al mar.
Giorgio decidió preguntarle quién era la mujer que aparecía en la fotografía. Giuseppe le explicó que en el marco aparecía su difunta mujer, Ida.
«Mis hijos son cariñosos y están conmigo siempre, pero con ella la relación era diferente y de alguna manera continúa. Caminábamos juntos por estas colinas, así que me siento en el mismo banco y miramos al mar donde estábamos nadando cuando éramos niños. Teníamos 16 y 17 años cuando nos besamos aquella noche: fue la primera mujer de mi vida y el único amor verdadero», confiesa Giuseppe Giordano a ‘TheHuffington post’.
Fotografiando a personas que se parecen sin tener ningún parentesco
«Un sosias es una persona que tiene parecido con otra hasta el punto de poder ser confundida con ella. La palabra proviene de una pieza teatral de Plauto en que un personaje llamado Sosias es imitado tan bien por el dios Mercurio que incluso él mismo llega a dudar de su identidad», informa el diario La Vanguardia.
El fotógrafo canadiense François Brunelle lleva doce años fotografiando a sosias, es decir, parejas de personas que se asemejan sin tener ningún tipo de parentesco. Para conseguirlo ha viajado a varios países.
François explicó que comenzó a interesarse por estas parejas cuando un amigo le dijo que le recordaba a Mister Bean.